Promesa para hoy

jueves

¿Hay algo seguro?


"A los ricos de este siglo manda que no… pongan la esperanza en las riquezas,… sino en el Dios vivo" 1 Timoteo 6:17

Durante la crisis financiera mundial de 2008, una viuda perdió un tercio de sus ingresos cuando las acciones bancarias dejaron de pagar dividendos al fracasar su confiable banco. El periódico Wall Street Journal citó su angustiosa reacción como un ejemplo de los sentimientos de muchas personas que fueron afectadas de manera similar: «Uno simplemente piensa, “No puede ser”. ¿Hay algo seguro?».

Las tragedias y las dificultades siempre sacuden la mente y el corazón. Nuestros mejores planes y esperanzas pueden ser destrozados por acontecimientos que no podemos controlar. En esos momentos de inestabilidad podemos aprender y examinar en lo profundo del corazón, cuáles y qué son los verdaderos valores que tenemos. También apreciamos la ayuda, el apoyo y que por lo menos seamos escuchados por otras personas. Por medio de las palabras de Pablo, Dios nos recuerda que sólo hay una fuente de verdadera seguridad y confianza en un mundo cambiante. Con una visión renovada, consideremos las palabras de Pablo: «A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna» (1 Timoteo 6:17-19).

Cuando nuestros recursos disminuyen no todo se viene abajo, no debemos desesperarnos o como dicen algunas personas “no nos ahoguemos en un vaso de agua”. En esos momentos podemos pensar en otros. Aprendí a través de un pastor la formula para no perder el gozo en difíciles circunstancias y se la comparto: “Cristo” primero, “Otros” segundo y “Yo” al ultimo. Si usted práctica esta formula podrá tener victoria sobre circunstancias económicas difíciles y no perderá el gozo y ayudará a otros.

En los momentos de crisis piense en otros y ayude a otros, recuerde que en esos tiempos podemos enriquecernos haciendo buenas obras, siendo amables, podemos gozarnos en las bendiciones de otros y podemos compartir de aquello que tenemos. Si la estabilidad financiera regresa, no nos aferremos tanto a lo monetario o material, sino confiemos únicamente en Dios, en esto consiste la vida de fe. Recuerde en este mundo de inestabilidad solo “estamos seguros sólo en Él”.
En momentos de incertidumbre, nuestra seguridad está solamente en Dios.

Dios es mi guardador


Dios es bueno y soberano, pero, a pesar de saber esto, a muchos creyentes les cuesta entender por qué suceden cosas dolorosas en la vida. Se preguntan: ¿Por qué el Señor no me evitó este sufrimiento?

La pregunta se vuelve más intensa cuando leemos pasajes de la Biblia como el salmo 121:7, 8:

“Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre”.

Muchas personas interpretan esto como que Dios les evitará dificultades, sin embargo, lo que Él promete, más bien, es guardar sus almas. El Señor permite el dolor e incluso, a veces, lo provoca. Está consciente del sufrimiento, pero también se ocupa del significado más profundo de la situación. A menudo, las pruebas fortalecen nuestra fe, nos hacen más como Jesús y nos dan más compasión por los demás.

A veces, Dios puede usar las dificultades para evitar que vivamos mundanamente o que desaprovechemos las oportunidades. Su ayuda en medio de nuestro dolor nos ayuda más que el tratar de evitarlo. Por saber qué es lo mejor para nosotros, nuestro Padre celestial no nos evita el dolor, sino más bien nos permite soportar los problemas dándonos fortaleza y sabiduría. Cuando los superamos, podemos ver, con gratitud, cómo Su mano tierna y misericordiosa nos guió a través de toda la situación. Tenemos una esperanza inmensa, sabiendo que Dios nos guardará en los tiempos más difíciles. Lea el salmo 121, y pídale al Señor que le recuerde sus verdades cuando afloren en su vida situaciones dolorosas.

7 Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre. Salmo 121:7-8

Paz en la tormenta

Cuentan que un día un campesino le pidió a Dios le permitiera mandar sobre la Naturaleza para que -según él – le rindieran mejor sus cosechas.

¡Y Dios se lo concedió!

Entonces cuando el campesino quería lluvia ligera, así sucedía; cuando pedía sol, éste brillaba en su esplendor; si necesitaba más agua, llovía más regularmente; etc.

Pero cuando llegó el tiempo de la cosecha, su sorpresa y es

tupor fueron grandes porque resultó un total fracaso. Desconcertado y medio molesto le preguntó a Dios por qué salió así la cosa, si él había puesto los climas que creyó convenientes.

Pero Dios le contestó – “Tú pediste lo que quisiste, más no lo que de verdad convenía. Nunca pediste tormentas, y éstas son muy necesarias para limpiar la siembra, ahuyentar aves y animales que la consuman, y purificarla de plagas que la destruyan…”-

Así nos pasa: queremos que nuestra vida sea puro amor y dulzura, nada de problemas.

El optimista no es aquel que no ve las dificultades, sino aquel que no se asusta ante ellas, no se echa para atrás. Por eso podemos afirmar que las dificultades son ventajas, las dificultades maduran a las personas, las hacen crecer.

Por eso hace falta una verdadera tormenta en la vida de una persona, para hacerla comprender cuánto se ha preocupado por tonterías, por chubascos pasajeros.

LO IMPORTANTE NO ES HUIR DE LAS TORMENTAS, SINO TENER FE Y CONFIANZA EN QUE PRONTO PASARÁN Y NOS DEJARÁN ALGO BUENO EN NUESTRAS VIDAS.

Habacuc 3:17-19
Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos; aunque mienta la obra de la oliva, y los labrados no me den ni para mantenerme. Aunque las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales; con todo eso yo me alegraré en el Señor y me gozaré en el Dios de mi salvación. El Señor es mi fortaleza… y me hará andar sobre alturas
Nahúm 1:7
Bueno es Dios para fortaleza en el día de la angustia; y conoce á los que en él confían.
Salmos 9:9
Y será Dios refugio al pobre, Refugio para el tiempo de angustia

Cuando la tristeza ataca una y otra vez


Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, hay momentos en los que nos sentimos solos, incomprendidos, con una tristeza y un sufrimiento que nos envuelve, nos abruma y nos pisotea una y otra vez… Quizás por cosas que han pasado hace años, algunas no tan viejas y otras muy presentes y, muchas veces, no sabemos el por qué…

Algunos tratamos de huir, otros buscamos respuestas para terminar con eso y muchas veces lo logramos, pero a veces parecen un boomerang, vuelven hacia nosotros en un abrir y cerrar de ojos…

He llegado muchas veces a preguntarme dónde esta Dios cuando esto sucede, a cuestionar si acaso él no nota como sufro o lo mal que me siento, sino se da cuenta de que estas cosas destruyen mi felicidad y bienestar, y por qué si la palabra dice que me ama permite que esto me suceda.

Pero él, sabiéndolo todo y conociéndolo todo, nos habla de una manera particular, aunque no lo notemos, el esta en cada uno de esos momentos, anhelando que busquemos de Su ayuda, que depositemos nuestra confianza en él, que creamos un su fidelidad y en su amor divino…

Lamentaciones 3:17-24 dide desde el versículo 21 hasta el final “Pero una cosa quiero tener presente y poner en ella mi esperanza: El amor del Señor no tiene fin, ni se han agotado sus bondades. Cada mañana se renuevan; ¡que grande es su fidelidad! Y me digo: ¡El Señor lo es todo para mi; por eso en el confío!”, podemos notar como el autor pudo vencer a la tristeza y al dolor cubriéndose con promesas de Dios y eso es exactamente lo que nosotros, como Cristianos debemos hacer…

miércoles

Adoptado


Una vez escuché a un grupo de chamacos que se estaban burlando de un niño de la escuela que era hijo adoptivo. Le dijeron a él,"Tu no eres el verdadero hijo de tu papá."

El se aguantó lo más que pudo, pero al final les contestó,"Lo único que les puedo decir es que mi padre me escogió a mí, pero sus padres no pudieron hacer otra cosa que aceptarlos a ustedes."

Que hermoso es saber que fuimos escogidos por Dios para ser llamados sus hijos ..! y que desde mucho antes de nacer aún desde el vientre de nuestra madre, ya nos conocía y nos formó con detalle y delicadeza, ¿cómo no vamos a estar agradecidos con Él? si nos ha invitado a ser parte de su familia.

Efesios 1:4-6
Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en caridad; el cual nos señaló dede antes el camino para ser adoptados en hijos por Jesús, el Cristo, en sí mismo, por el buen querer de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado;
1 Pedro 2:9
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable.
Colosenses 3:12
Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia;
Efesios 5:1-2,8
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz.

Queda Prohibido


Queda prohibido llorar sin aprender, levantarte un día sin saber qué hacer, tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor, hacer que alguien pague tus deudas y tu mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos, no intentar comprender lo que vivieron juntos, llamarles sólo cuando los necesitas.

Queda prohibido no intentar de nuevo construir tu hogar, no comprender, no ser paciente y no amar a tu cónyuge.

Queda prohibido no ser tú mismo ante la gente, fingir ante las personas que no te importan, hacerte el gracioso con tal que te recuerden, olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo, tener miedo a la vida y a sus compromisos, no vivir cada día como si fuera tu último suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas, no pensar que sus vidas valen más que la tuya y no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia, no tener un momento para gente que te necesita, no comprender que aquello que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad, no vivir tu vida con una actitud positiva, no pensar en que podemos ser mejores, no sentir que sin ti este mundo no seria igual.

Queda prohibido renunciar a la lucha contra la corrupción y el caudillismo, queda prohibido doblegar las banderas ante los obstáculos y el cinismo.

Queda prohibido no buscar a Dios cuando el espíritu está sediento de él.

Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque es a ti a quien oro.
Oh Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración a ti, y con ansias esperaré.
Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el mal no mora contigo. Salmo 5:2,4

por: AlfredoCueva

EL PERDÓN NOS LIBERA…




“Soportándoos unos a otros, y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdono, así también hacedlo vosotros, sobre todo vestíos de amor, que es el vinculo perfecto”. (Colosenses 3:13-14)

Perdonar es un proceso que no siempre es fácil. Cuando somos heridos, cuando nos han hecho un mal, cuando hemos sido traicionados o nos han juzgado mal. Quisiéramos defendernos y tomar la justicia en nuestras manos. Pero cuando uno decide otorgar el perdón aunque te lo pidan o no. Debe hacerlo porque cuando otorgas el perdón das paz y liberación a tu alma, porque decides desechar fuera de ti los resentimientos y la amargura que para nada sirven. Porque no deseas que nada estorbe tu relación con Dios, contigo mismo y con el mundo que te rodea.

La palabra perdón que significa: “No tener en cuenta la ofensa o falta que otro ha cometido, librar a alguien de una obligación o castigo, renunciar a un derecho, goce o disfrute”. Existe un detalle importante que debemos tener presente cuando decidimos perdonar y ese detalle es el siguiente: al perdonar es posible que esa persona o personas que resolvemos perdonar, jamás cambien su forma de ser, sus actitudes y puede ser que ni siquiera reconozca la herida o el daño que han producido. Pero aunque esto llegara a pasarte, eso no debe detenerte ni frenarte para que perdones ya que entonces, el problema viene siendo de esa persona, no tuyo.

Sé que es cierto que eso a veces nos puede llegar a lastimar y doler mucho. Que a veces nos produce múltiples pensamientos y emociones, pero por experiencia sé que no es bueno que carguemos sobre nuestras espaldas el peso que causa el odio y el resentimiento. Porque eso solo nos perjudica, nos daña y no permite que podamos sentirnos libres y que podamos crecer y madurar. A veces tenemos que cerrar ciclos en nuestras vidas para que nuevos episodios puedan empezar a causar un cambio radical a nuestras vidas. A veces necesitamos urgentemente cerrar un capítulo de nuestras vidas para abrir una nueva etapa que traerá un resurgir y un nuevo inicio para nosotros.

Perdonar no quiere decir que sigas siendo el mismo con esa persona que te causó el daño o que le vayas a tener la misma confianza. Perdonar no significa que vas a tolerar los abusos o maltratos de nadie, ni que vas a permitir que te falten el respeto. Perdonar quiere decir que vas a dejar de estar resentido(a) y que no quieres llevar más esa carga que es tan pesada y no es tuya. Significa que vas a dejar la justicia en las manos de Dios o como dicen las escrituras: “que lo que el hombre sembró, eso cosechará”.

No siempre perdonar es fácil, pero si es posible por más difícil que se te parezca. A veces perdonamos con más facilidad a un extraño o persona lejana que a alguno de nuestros familiares y allegados. Esto puede ser quizás, porque no esperamos que la gente que queremos y que dice querernos a nosotros también nos hiera. Porque tal vez, pensamos que se “supone” que esas personas nos “conozcan” bien. Se presume que a los que uno de verdad ame, no lo debe herir o lastimar. Pero pese a esa creencia que podamos tener, debemos recordar que somos humanos y nos equivocamos todos. Que en el mundo en que vivimos muchas veces herimos y nos hieren con más facilidad las personas más queridas y allegadas.

Son tantas las veces que ofendemos a Dios y le fallamos y sin embargo el decide absolvernos por amor. El borras nuestras culpas y las echa a lo más profundo de la mar. Que cuando oramos decimos: “padre perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Sí lo sé, no somos seres divinos, pero el corazón recibe una paz y una liberación enorme. Y cuando experimentamos eso dentro de nuestro interior, no hay nadie que no los pueda quitar ni robar. Ni siquiera en enemigo cruel puede vencer a un corazón que decide perdonar.

Hoy te invito a que experimentes el perdón, a que hagas las pases con alguien que sabes que te lastimo, para que puedas recibir todas esas bendiciones que están detenidas porque no has podido ejecutar el perdón. Solo y en tus fuerzas, tal vez no puedas.

Pero tienes a un Dios que te puede a remover los escombros y que puede sanar cada herida para que puedas ser una persona más feliz y plena.


Autora: Brendaliz Avilés

martes

Guarda tu corazón


Prov 4:23 Por encima de todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.

Un versículo muy conocido , pero vale la pena volver a rebuscar un poquito mas en cuanto a la enseñanza que nos puede dejar este versículo, y es interesante como nos provee de principios valiosos que vale la pena recordar para nuestro diario vivir.

Por encima de todas las cosas cuida tu corazón…., la versión reina Valera dice: sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón… en otras palabras ocúpate antes que cualquier cosa en guardar tu corazón, es interesante leer este consejo que escribe el rey salomón como un padre escribe a un hijo.

La palabra corazón utilizada en este versículo no se refiere simplemente al órgano principal del cuerpo humano, si no que cuando nos menciona corazón se esta refiriendo a donde se alojan ideas, emociones, pensamientos. Es de donde salen las cosas buenas o las cosas malas, es lo que puede contaminar al hombre.

Mat 15:18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre


Prov 23 :7 Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.

somos lo que pensamos y actuamos lo que pensamos.. alguien dijo alguna vez si quieres cambiar tus resultados, cambia tus acciones, si quieres cambiar tu acciones cambia tus pensamientos y si quieres cambiar tus pensamientos guarda tu corazón. Nada puede salir sin antes haber entrado. Cuando el proverbio nos dice guarda tu corazón nos esta diciendo cuida lo que entra en tu corazón, cuida de que no entren los pensamientos equivocados.

A veces nos hemos acostumbrado o rendido ante pensamientos que no son los pensamientos que vienen de Dios.

Filp 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

No podemos evitar que las aves vuelen por encima de nuestra cabeza, pero si podemos evitar que hagan su nido…. No podemos evitar que los pensamientos equivocados toquen la puerta de nuestro corazón pero si podemos evitar abrirle la puerta.

lunes

Aprendiendo a Vivir


La vida es un don que se nos da a todos y cada día.

Soñemos acerca de mañana, pero vivamos para el hoy.

Para vivir un poco, necesitamos amar bastante. El amor convierte lo ordinario en extraordinario.

La vida es una jornada que vale la pena tomar.

Tomemos tiempo para oler las rosas… y los tulipanes… y los narcisos… y las lilas… y los girasoles…

Contemos nuestras bendiciones como los niños cuentan las estrellas.

El secreto de una vida feliz no está enterrado en un cofre de tesoro… se halla dentro de nuestro corazón.

Son los pequeños momentos los que hacen grande la vida.

No esperemos.

Fabriquemos memorias hoy.

¡Celebremos la vida! Aprendamos a Vivir.

Autor Desconocido

La más grande lección diaria es aprender a Vivir y Vivir en Abundancia.

Ven pues, ahora, y toma mi consejo, para que conserves tu vida, y la de tu hijo Salomón. 1 Reyes 1:12

La vida te será más clara que el mediodía; Aunque oscureciere, será como la mañana. Job 11:17

Vida te demandó, y se la diste; Largura de días eternamente y para siempre. Salmo 21:4

Brilla Donde Estes

Vosotros sois la luz del mundo;una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud,sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres.Mateo 5:14-16.

Devocional Diario para Cristianos – Brillar donde Dios nos colocó

Dios coloca a sus hijos aquí y allá en el mundo, como se colocan faroles en las calles de una ciudad. Pero al igual que las lámparas eléctricas, para dar luz es necesario estar en contacto con la fuente de energía.

El Señor Jesús advirtió a los suyos: “Separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5). Evidentemente, las lámparas no se preocupan por el lugar donde fueron colocadas; lo importante es que den luz. El que las coloca en el lugar donde deben estar es el responsable.

En el sentido moral, la luz es la irradiación de la vida de Jesús en el mundo. Usted se halla en cierto vecindario, en un lugar de trabajo determinado, en condiciones que tal vez quisiera cambiar, pero que no son casuales. Dios lo colocó allí y sabe por qué lo hizo. Espera que usted reproduzca, y justamente en su entorno, las perfecciones morales de Jesús: bondad, humildad, dulzura, alegría, paciencia y abnegación.

Los que no leen la Palabra de Dios deben, de alguna manera, poder leerla mediante el testimonio de la vida de los creyentes. ¿Qué se necesita para esto? ¡Que la corriente pase! Permanecer en contacto con la fuente divina, mantener la comunión con el Padre y con el Hijo. La razón de ser del cristiano en la tierra es irradiar la luz de Cristo. ¡No faltemos, pues, a nuestra vocación!

"En El Camino"




Un ejemplo: En el camino que va de Jerusalén a Jericó, un hombre cayó en manos de ladrones (Lucas 10:30). Fue robado, cubierto de heridas y quedó “medio muerto”.

¡Qué camino de amargura y decepción! Quizás hoy alguien está en esta situación: vacío afectivamente y degradado moralmente. En tal camino el Señor Jesús (el buen Samaritano de la parábola) no vacila en acercarse, “movido a misericordia”, para vendar nuestras heridas. Pero es necesario dejarle obrar para experimentar su ayuda.
Otro ejemplo: El Señor Jesús envió a uno de sus discípulos “por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto” (Hechos 8:26), al encuentro de un hombre, funcionario de la reina de Etiopía.

Este relato nos enseña que, rico o pobre, uno puede estar muy solo, como ese hombre en un camino desierto. Dios oye las preguntas secretas y aun en el camino de la soledad hallará el medio de manifestarse: puede ser mediante una experiencia, un encuentro o una palabra. Como lo hace a través de toda la Escritura, Dios le anunciará “a Jesús” (v. 35), porque fue en Jesús que él se reveló.

Dios… me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado. Génesis 35:3

Bernabé… contó como Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado. Hechos 9:27

sábado

Disfruta que el Tiempo Vuela!



Reflexiones Cristiana

Los dos niños estaban vestidos y listos para el gran suceso. La emoción inundaba sus rostros y hablaban sobre un solo tema:¡Su padre les había prometido llevarlos al circo esa misma tarde!
Después del almuerzo el papá llegó a casa y rápidamente se vistió con ropa más informal. Justo cuando los tres estaban a punto de salir de la casa, sonó el teléfono.

Los chicos escucharon a su padre hablando con la persona del otro lado de la línea. Poco a poco, comenzaron a cambiar el rostro. Obviamente era una llamada de negocios. La desilusión inundó la habitación como una oscura nube. La madre también escuchó la conversación y pensó que el cambio de planes era algo inevitable. Entonces, para sorpresa de todos, escucharon a su papá decir:

- No, no iré. Tendrá que esperar hasta mañana.
Colgó el teléfono y les dijo a los chicos que lo esperaran en el auto. Al acercarse a su esposa para darle un beso de despedida, ella sonrió, y atemorizada de que su esposo hubiera tomado la decisión equivocada, le dijo:

-Sabes muy bien que el circo siempre regresa.
A lo que su esposo respondió:
-Sí, lo sé, pero la niñez no regresa.
El tiempo vuela con demasiada rapidez. Disfruta a tus hijos ahora.

Salmo 127:3
Los hijos son un regalo de Dios; recompensa suya son.

10 Diferencias entre un Jefe y un Líder


¿Conoce las diez diferencias que existen entre un jefe y un líder? Considérelas.

1- En un grupo, el jefe inspira temor y el líder genera confianza.
2- El jefe dice YO, El líder dice: Nosotros.
3- El jefe sabe por qué debe hacerse una tarea. El líder muestra cómo se debe forjar una carrera.
4- El jefe se basa en la autoridad. El líder se basa en la cooperación.
5- El jefe dirige. El líder guía.
6- El jefe echa culpas. El líder soluciona los problemas y arregla los errores.
7- El jefe ordena por sobre el problemático 10% de la fuera laboral. El líder trabaja codo a codo con el 90% que coopera.
8- El jefe suele hacer que crezca el resentimiento. El líder promueve que crezca el entusiasmo.
9- El jefe hace que el trabajo sea monótono. El líder hace que sea interesante.
10- El jefe ve los problemas y los desastres que pueden destruir a la empresa. El líder ve los problemas como oportunidades para que el equipo de trabajo los supere y los convierta en ocasiones para crecer.

¿Es usted jefe o líder?
Recuerde la diferencia que existe entre un jefe y un líder: El jefe dice: ¡Vayan!, y el líder dice: ¡Vayamos!

Números 13:30 ¡Pues vamos a conquistar esa tierra! ¡Nosotros podemos conquistarla!

jueves

El Señor es Mi Pastor…Nada me faltará”. Salmo 23:1

El Señor es Mi Pastor…Nada me faltará”. Salmo 23:1

Hoy es un día para disfrutar a la luz del sol si de día o  de la luna si es noche de esta hermosa de la imagen de Señor y Pastor que me presenta este maravilloso salmo 23.

Acá encuentro la imagen del Señor altísimo , el Santo y por lo tanto yo pequeño e impuro por lo cuál no podría acércame a él, pero ese mismo Señor es también el Pastor, el confortador, el compañero, el amigo, quien está cerca de la oveja.  Cuál es el estado intermedio entre Señor y Pastor? Sin duda es la imagen de Padre.  Por eso me gozo hoy en este Salmo, en realidad es el Salmo de la Paternidad Divina.

El Padre provee cuidado y por lo tanto nada me faltará.

Qué implica la expresión “Nada me faltará”.  Implica la realidad de nada se me disminuirá por que él todo lo engrandece dentro de mi. Nada me dejará vacío, porque él todo lo llena.  Nada quedará sin llenar.
Ninguna de las áreas de mi vida quedará incompleta, porque el lo termina todo, lo construye

Un genuino y verdadero Padre siempre velará para que a sus hijos no les falte lo que es básico y necesario.

Dios, el buen padre siempre vela por los que son suyos.

Este es el día para ver en acción el amor del Padre en mi existencia. No importa lo que mis ojos puedan ver o mis oídos escuchar, en medio de todo lo veré a él como mi Padre, Mi Señor y mi Pastor.
Mis temores y mis angustias las llevaré a él como oveja temerosa y su presencia reanimarán mis debilidades internas y como un hijo amado me recuperaré porque el Altísimo es mi Pastor y por encima de todo es mi Padre.

Señor, Gracias por sostenerme con el poder de tu fuerza.  Gracias por ser mi padre que me anima, me sustenta y me alimenta. Hoy no estaré solo en este mundo confundido, sino que me guiaras con tu diestra y caminaré contigo como el niño camina tomado de la mano con su padre.
Nada ni nadie me hará retroceder porque tú me has dicho que estarás conmigo cada día hasta el final del camino. Hoy te quiero contemplar como mi Padre y mi Pastor.  Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
DIOS TE BENDIGA

martes

¿Qué debe cambiar?


Pensamos en cambiar el mundo, a las personas, las circunstancias de la vida... ¿Qué es lo más importante?



Siendo joven era un revolucionario y mi oración a Dios era:

- "Señor, dame la energía para cambiar al mundo."


Al llegar a los cuarenta y darme cuenta de que la mitad de mi vida se había ido sin que yo hubiese cambiado una sola alma, modifiqué mi oración:


- "Señor, dame la gracia para cambiar a todos aquellos con quienes tengo

contacto, solamente mi familia y mis amigos y estaré satisfecho."

Ahora, que ya soy un anciano y mis días están contados, mi única oración es:


- "Señor, dame la gracia de cambiarme a mi mismo."


¡Si hubiera orado de esta forma desde el principio, no hubiese desperdiciado

mi vida! 



Mateo 5:16
 
Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

lunes

La Realidad
Tenemos edificios más altos, pero templos más pequeños.
Autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos.
Gastamos más dinero y tenemos cada vez menos.
Compramos más y disfrutamos menos.

Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas.
Cosas más convenientes pero menos tiempo.
Más educación y menos sentido.
Más conocimiento y menos juicio.
Más expertos y mayores problemas.
Más medicinas y menos bienestar.
Tomamos mucho, fumamos mucho, gastamos sin medida, reímos muy poco.
Manejamos muy rápido y nos enfurecemos demasiado rápido.
Nos acostamos muy tarde y nos levantamos muy cansados.
Casi no leemos, vemos demasiada TV y casi nunca oramos.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores
Hablamos demasiado, amamos muy poco y mentimos casi todo el tiempo.
Hemos aprendido a ganarnos la vida pero no a disfrutarla.
Le hemos sumado años a la vida y no vida a los años.
Hemos ido y vuelto a la luna, pero no podemos cruzar la calle
para conocer a un vecino.
Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.
Hacemos cosas más grandes pero no mejores.
Hemos limpiado el aire pero no el alma.
Hemos dividido el átomo pero no a nuestros prejuicios.
Escribimos mucho pero aprendemos poco.
Planeamos mucho pero conseguimos muy poco.
Hemos aprendido a hacer las cosas más rápido,
pero no a tener mas paciencia.
Tenemos ganancias más altas pero moral más baja.
Tenemos más alimento pero menos paz.
Construimos más computadoras para guardar mas información,
para producir más copias que nunca, pero nos comunicamos menos.
Cada vez tenemos más cantidad y menos calidad.
Esta es la época de la comida rápida y de la digestión lenta.
Hombres altos pero de carácter bajo.
Profundas ganancias y relaciones superficiales.
Es la época de la paz mundial y la guerra doméstica.
Más tiempo y menos diversión.
Más tipos de comida y menos nutritivas.

Ahora tenemos ingresos conjuntos y más divorcios.
Cosas más bellas, pero más hogares rotos.
Esta es la época de viajes rápidos, pañales desechables, moralidad
en decadencia, pasiones de una noche, cuerpos con sobrepeso,
pastillas que hacen todo, desde alegrarte hasta calmarte y.. matarte.
Esta es la época donde tenemos todo en la exhibición
y nada en el inventario.
Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después
de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener
otro.  Luego nos sentimos frustrados de que los hijos no sean lo
suficientemente grandes y que seremos felices cuando lo sean; después
de eso nos frustramos porque son adolescentes (difíciles de tratar).
Ciertamente seremos más felices cuando salgan de esta etapa.

Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando a nuestro esposo
le vaya mejor, cuando tengamos un mejor carro o una mejor casa,
cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando tengamos mas dinero,
cuando estemos retirados.
La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que ahora.
Si no es ahora, cuándo? La vida siempre estará llena de retos,
es mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas.


El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.  Juan 10:10

La vida es...

La vida es una carrera.
No llores si la pista es áspera y la meta distante. Un día la
alcanzarás.

La vida es un viaje.
No reclames si las tormentas golpea el casco de la nave o los
vientos desgarran las velas. Un día llegarás a tu cielo.

La vida es crecimiento.
No encuentres fallas si la semilla permanece sumergida en la tierra
oscura antes de que crezca y floree. Un día tendrás tu cosecha.

La vida es una peregrinación.
No titubees en el camino con autocompasión porque las piedras
cortan tus pies y dejas la sangre en el camino. Un día llegarás a
la tierra de Dios.

jueves

La Promesa de Dios


Una persona que llevaba a cabo una encuesta informal sobre las oraciones de los creyentes en sus iglesias descubrió que la mayoría de la gente realiza uno o dos tipos de oración. El primero era el tipo SOS, que no solo significa "Salva nuestras almas", sino también "Oh Dios, ayúdanos ahora".

El segundo era RNP: "Resuelve nuestros problemas". Las personas le pedían al Señor que les ayudara en todas las necesidades, dificultades, pruebas y tentaciones.

Querían vidas perfectas, despreocupadas y creían firmemente que eso era lo que Dios les había prometido. La conclusión que sacó de la encuesta fue: "La mayoría quiere que Dios lo haga todo".

Sin embargo, Dios no ha prometido vivir nuestra vida por nosotros sino más bien caminar con nosotros a través de nuestra vida. Nuestra parte es ser fieles y obedientes; su parte es dirigirnos, guiarnos, protegernos y ayudarnos.

Annie Johnson Flint reconoce la verdadera naturaleza de la 

promesa de Dios en este poema:

Lo que Dios ha prometido
Dios no ha prometido
Cielos siempre azules,
Sendas cubiertas de flores
Durante toda nuestra vida;
Dios no ha prometido
Sol sin lluvia,
Gozo sin tristeza,
Paz sin dolor.
Pero Dios sí ha prometido
Fuerzas para el día,
Descanso de las labores,
Luz para el Camino,
Gracia para las pruebas,
Ayuda de lo alto,
Compasión constante,
Amor sin fin.
Haz lo que sabes que puedes hacer hoy... ¡y luego confía en Dios para que Él haga lo que no puedes hacer!
Mateo 28:20
De una cosa podrán estar seguros;
estaré con ustedes siempre (de forma perpetua y constante y en cada ocasión), hasta el (mismo) fin del mundo.

La Fe

cristianas, reflexiones cortas, reflexiones cortas de la vida, reflexiones de superacionLa noche de cada uno de nosotros está poblada de muchas estrellas. Tenemos muchas posibilidades, muchos ideales que nos totalizan. Dios, con su revelación, nos interpela como un día lo hizo con Abraham, como lo hizo con los profetas, como lo hizo con María y José…


La fe siempre es una opción y ésta a veces cuesta, pues hay que dejar a un lado nuestro racionalismo y nuestra sed de seguridades humanas. No nos gusta nadar en las aguas profundas porque preferimos tener unas agarraderas. En la vida espiritual la única agarradera es la veracidad y fidelidad de Dios.
La fe se templa con las dificultades.

Para templar una espada hay que meterla en el fuego. La fe también se forja en la tribulación. Hay gente que quiere tener una fe gigante, pero sin chamuscarse. Es como el atleta que quiere ganar la carrera, pero sin entrenarse, sin sufrir, sin lesionarse nunca.

La fe es: un camino hermoso tapizado de rosas que están llenas de espinas.
Los Magos tuvieron una experiencia profunda de fe. Podemos imaginarlos llegando a un oasis para cargar provisiones y agua. Seguramente les vino a la mente la posibilidad de desistir. Tal vez en sus noches fueron visitados por sueños que les acosaban como fantasmas. El recuerdo de las burlas de sus compatriotas, el escepticismo de sus compañeros de estudios les perseguía. Hubo momentos de titubeos, de incertidumbre, de duda…

La fe nos exige ver a Dios en las cosas sencillas.

Después de viajar muchos kilómetros, los Magos encontraron al Rey de los Judíos, el Salvador del mundo, el Rey de reyes, envuelto en pañales y acostado en un pesebre, en un establo de una aldea de mala muerte, fuera de la ciudad de Jerusalén. El mejor don de los Magos fue su fe.

Era suficiente para obligar al corazón bajar a los pies. Sin embargo, lo aceptaron plenamente: se arrodillaron delante de Él. Vieron a Dios en un bebé que lloraba.
Con la fe puede uno conectarse con Dios en cualquier momento. Al contemplar la belleza de la naturaleza, el estruendo del mar, la brisa entre los árboles… se puede sentir a Dios.

La fe abre horizontes y nos hace ver más lejos de lo que podríamos con la sola luz de la razón. Nuestra pobre mente es como el ojo desnudo que sólo ve un poco del universo al contemplar las estrellas que desfilan delante de él en la noche clara. Pero con un telescopio potente se puede penetrar en los espacios siderales y descubrir mundos nuevos. Así es la fe para un cristiano, es como un nuevo ojo para ver. En el vagabundo que toca a la puerta pidiendo una ayuda le revela la presencia de Cristo.
Cuando nosotros lleguemos al Cielo, ciertamente no vamos a entrar con unos lingotes de oro, una caja de incienso y un bote de mirra. Lo que vamos a llevar, como dijo San Pablo, es nuestra fe, esperanza y caridad.
No juzguemos el valor de nuestra vida por las cosas que tenemos o las obras que hacemos.

La fe y el amor es lo que vale delante de Dios. Mejor es ir pobre delante la presencia de Dios, que rico y separdao de Él. Desde un punto de vista espiritual, el valor de los Magos no era el tamaño de sus dones materiales, sino la medida de su fe.

¿Cómo es nuestra fe? ¿Lánguida? ¿Depende de como nos sentimos? ¿Una fe sincera?
¿Está nuestra fe basada en la Palabra de Dios o en una serie de sentimientos movedizos?
Cuantas veces hemos viajado, en micros, trenes o aviones, acaso nos preocupamos por nuestro conductor, de no llegar sano y salvo, siempre confiamos, nos relajamos y dormimos. Entonces porque no confiar en Dios, ese Señor que nos dio la vida y que nos ama con amor incondicional.

«La fe es descansar en las manos de Dios, sin sobresaltarnos absolutamente por nada. Es tener la seguridad y la convicción de que todo esta bajo control, aunque el cielo oscuro de la vida anuncie tempestades»

El Sindrome de Elías

Hasta los hombres y mujeres de Dios a veces experimentan soledad. 
Recuerdo el caso de una mujer de 55 años que se arrojó al vacío desde su apartamento en el piso 14*. Minutos antes de su muerte vio a un hombre lavando ventanas en un edificio cercano. Lo saludó y le sonrió; él le sonrió y le devolvió el saludo. Cuando el hombre se dio vuelta para continuar con su trabajo, ella saltó.

Había dejado la siguiente nota sobre un escritorio muy prolijo y ordenado: "No puedo soportar un día más de esta soledad. Mi teléfono nunca suena. Nunca recibo cartas. No tengo amigos."

Otra mujer que vivía en el mismo piso, dijo a los periodistas: "Ojalá hubiera sabido que ella estaba tan sola. Yo me siento de la misma manera."

Usted y yo estamos rodeados de personas solas.

¿Quién experimenta soledad y desesperación? Por cierto que la persona que vive en forma anónima en una ciudad populosa. Pero también el extranjero, el rico, el miserable, el divorciado, el padre soltero, el joven, el hombre de negocios, el profesional, el ama de casa, el que no tiene trabajo... Nadie está inmune a la soledad.

Hasta los hombres y mujeres de Dios a veces experimentan soledad.

En el Antiguo Testamento Elías se destaca como el más dramático y vehemente profeta de Dios. Paró la lluvia, desafió a un rey cara a cara, hizo caer fuego del cielo, mandó ejecutar a cientos de falsos profetas y predijo con exactitud la fecha en que terminaría una sequía de tres años y medio.

Sin embargo, en el Nuevo Testamento leemos que "Elías era tan humano como nosotros" (Santiago 5:17 BD). De modo que él también vivió momentos de angustia y soledad.


Como resultado de cuatro pasos equivocados, Elías terminó en el desierto, bajo un árbol y totalmente desesperado (1 Reyes 18:46-19:4). En primer lugar, estaba exhausto físicamente. En segundo lugar, se turbó emocionalmente. En tercer lugar, no acudió a Dios espiritualmente. En cuarto lugar, se aisló socialmente.
... Al final terminó desfalleciente bajo un árbol en un lugar desierto y lloró: "Es suficiente, Señor. Lleva mi vida. Quiero morirme."

¿Alguna vez ha sentido usted un desaliento total y se ha visto sin nadie cerca que lo anime? ¿Ha experimentado en alguna ocasión el síndrome de Elías?

Note cómo Dios satisface cada una de las necesidades del profeta en el momento de la crisis. Físicamente, Dios le da alimento y un buen descanso. Emocionalmente, el Señor le hace saber a Elías que su presencia está con él y lo anima. Espiritualmente, Dios exhorta a Elías a seguirlo una vez más. Socialmente, el Señor le habla a Elías acerca de un gran número de hombres y mujeres de Dios con quienes podrá tener camaradería y recibirá aun más ánimo.

De la misma manera, Dios quiere suplir sus necesidades personales, apreciado lector. Usted no puede vivir la vida cristiana victoriosa en soledad y en sus propias fuerzas. Es imposible. Sólo experimentamos victoria por el poder del Cristo viviente (Gálatas 2:20). Su presencia y su poder son particularmente evidentes cuando dos o tres se reúnen en su nombre para orar por algo en concreto (Mateo 18:20).

Utilice su soledad o desaliento como una motivación para entregarse nuevamente al Señor. No permanezca sentado bajo el árbol de la desesperación. Las últimas palabras de Jesucristo fueron que estaría con nosotros siempre (Mateo 28:20). El quiere ser su mejor amigo, de modo que usted ya no se sienta solo.
Además, congréguese con el pueblo de Dios (Hebreos 10:25) y no trate de enfrentar las batallas diarias de la vida por su cuenta. Ore con otros cristianos por sus necesidades mutuas y sus preocupaciones. Experimente el obrar de Dios en el Cuerpo de Cristo. La victoria en la vida cristiana siempre es un esfuerzo en equipo.

¿Por qué no comienza ya mismo a vivir de esta manera? Verá cuán distinta es la vida.

miércoles

Nuestra Esperanza: ¡La Gloria de Dios!

“A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza  de gloria”. (colosense 1:27)


El apóstol Pablo nos habla de tres pilares fundamentales e infranqueables que sostienen y sustentan la vida cristiana: La fe, el amor y la esperanza. El hecho de la fe que comienza y permanece en la persona de Jesucristo; la fe que crece y fermenta respaldada por la victoria de Cristo en la cruz, cuando señala “Consumado es”. 

El hecho del amor que permanece, lo vitaliza en la práctica efectiva y servicial desde la iglesia. El hecho de la esperanza que no muere, se alimenta: Primero, en el hecho de la resurrección de Cristo, “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” Juan 11:25; Segundo, en el hecho del regreso de Cristo “Vendré otra vez y os tomaré a mi mismo”. Tercero, en el hecho de la expectativa del reencuentro con nuestros seres queridos que han muerto en el Señor.

Esperanza, esa es la palabra que nos detiene para meditar en ella. La esperanza es una verdad teologal que en la palabra de Dios expresa: “La expectación de un bien que se acerca”…. Tú, esperanza y salvación de Israel en momentos de angustia, ¿por qué actúas en el país como un peregrino, como un viajero que sólo pasa la noche? Jeremías 14:8, para los judíos estaba la esperanza de una tierra, paz, la llegada de un Mesías; pero cuanto el Mesías llega, no lo reconocen, lo rechazaron porque no cumplía con sus expectativas de esperanza. Gracias a Dios esa esperanza es traspasada a nosotros. 


Sin embargo el mundo en general sigue teniendo su esperanza en otras cosas, en otros sistemas, los cuales todos se han derrumbado y colapsado, por ejemplo: La ciencia por un lado ha creado grandes medicamentos, sin embargo también ha creado las armas nucleares, ha llevado al hombre a la luna y conquistar el espacio, sin embargo lo ha alejado de Dios, ha tenido grandes avances en la educación, sin embargo el ser humano se ha embrutecido e insensibilizado más.