LA VIDA PLENA DE VICTORIAS

“Sumamente pura es tu palabra, Y la ama tu siervo” (Salmos 119:140).

“Poca Palabra y poca oración da una vida espiritual muerta.
Mucha Palabra con poca oración da una vida flaca y enferma.
Mucha oración y poca Palabra da una vida emocional. Sin embargo, una medida completa de oración y Palabra, todos los días, da una vida saludable y poderosa.” (Andrew Murray)

¿Cómo está nuestra vida espiritual? ¿Hemos nos aplicado a la lectura de las Escrituras? ¿Ha sido la Biblia nuestro manual de fe y esperanza? ¿Hemos buscado en la Palabra de Dios el alimento diario para nuestras vidas? ¿Hemos buscado, de igual modo, mantener una buen relación con el Señor,buscando su dirección para todo lo qué hacemos?

Cuando colocamos en el altar de Dios nuestras dudas, nuestras necesidades, nuestros sueños de dicha, sabiendo esperar con paciencia por Su respuesta, no corremos el riesgo de tomar actitudes precipitadas o equivocadas y guardamos en el corazón la certeza que recibiremos las bendiciones anheladas en el tiempo cierto del Señor.

Si relajamos en nuestras vidas de oración o lectura de la Escritura, o en ambas, perdemos la alegría verdadera del Señor, no disfrutamos la vida abundante preparada para nosotros, no percibimos las grandes cosas que Dios hace a nuestro rededor y, mismo sabiendo que el Señor Jesus está próximo a nosotros, nos sentimos muy distantes de Él.

Los hijos de Dios tienen placer en oír las enseñanzas del Padre, ven su espíritu desbordar con todo qué Él habla, se regocijan por estar en la presencia del Señor y se sienten felices por el privilegio de poder conversar con Él, a todo momento, en oración.

Si usted quiere tener una vida plena de victorias, deje que el Señor a gobierne, buscando en oración y en el estudio de la Palabra, cada un de los pasos que vendrá a dar.